miércoles, 25 de junio de 2014

LMEDA Mundial: Cucuza Castiello, Cantor y Jugador

Séptima entrega de La Música es del Aire Mundial. Esta vez, nos vestimos de negro y nos ponemos los botines junto a Hernán Cucuza Castiello. Hoy gran cantor de tangos, ayer gran lateral derecho (bueno, ejem... mentimos un poco porque nunca lo vimos jugar, pero si salió de las Inferiores de Argentinos Juniors debió de ser bueno).

Cucuza saca a relucir el anecdotario de su pasado como futbolista, cuando compartió plantel con varios jugadores que luego serían estrellas; encuentra algunos puntos en común entre el fútbol y el tango (en especial, enfocándose en su fervoroso público del Bar El Faro de Villa Urquiza, donde juega de local); y explica por qué, como verán debajo, sale a escena con los timbos puestos.


HERNÁN, EL FUTBOLISTA

¿Hincha de?
De Atlanta, y simpatizo por Argentinos Juniors. Estoy jodido, sí... (Risas).

¿Vas a la cancha o preferís seguir el fútbol por televisión? 
Iba, pero porque jugaba. Digo, jugaba en la Reserva de Argentinos, así que durante algún tiempo vi varios partidos de AAAJ [por si hubiera algún desentendido del tema, la sigla de Asociación Atlética Argentinos Juniors], ya que después de jugar me quedaba, claro. Seguí en una época a Atlanta pero hace tiempo ya no voy a la cancha. Lo miro por TV, sí.

Tu caso es particular por lo que contás: fuiste futbolista. ¿Cómo recordás tu paso por el fútbol? 
Recuerdo mi época de jugador como de las mejores de mi vida sin dudas, pese a no haber podido llegar todo lo que me hubiera gustado. Fui realmente un afortunado ya que jugué en clubes como Parque y Argentinos, que sin dudas son de esos clubes que están en la historia por haber jugado bien al fútbol: lindo y efectivo, las dos cosas eran posibles.

En Argentinos Juniors tuviste varios compañeros que luego fueron cracks, ¿cierto?
Sí, tuve esa suerte. Como decís, varios fueron cracks: Silvio Rudman, Redondo, el Nano Cáceres, el Turco Maradona; y hubo otros que no llegaron tan alto, como Gabriel Marino, Patota Cardozo, Diego Segovia. También fue una suerte haber estado en Argentinos en la etapa más gloriosa del club a nivel títulos. Yo estaba en el plantel cuando fue la época del Checho Batista, el Panza Videla, Pepe Castro, Domenech, Pavoni... Hasta llegué a jugar de entrecasa con el Bichi Borghi, ¡y con El Diego en algún picado!

Imagino que debés tener un anecdotario interesante, entonces. ¿Algunas anécdotas de las que se puedan contar?
¿Anécdotas? ¡Unas cuantas! Hay muchas historias de vestuario: vi cómo lo prendieron fuego (literalmente) a un masajista de Argentinos, el Turco. Pepe Castro, que era bravísimo de verdad, casi lo prende fuego haciéndole una joda. Recuerdo agarrarnos a trompadas con los de River, que eran algo así como el clásico nuestro en Inferiores... Después terminamos siendo amigotes de esos mismos con quienes nos habíamos cagado a trompadas (risas). Boludeces así hay miles: mear a algunos en la ducha cuando se bañaban... (Risas). Con el agua caliente no se daban cuenta de la meada (más risas).
De pibito, cuando viajábamos a jugar a algún lado, era fija que me hacían cantar tangos. En Malvinas, la sede de Argentinos, me hacían cantar horas. A cambio me regalaban panchos y fichas de metegol. También me acuerdo de verlo patear a Francis Cornejo (el descubridor de Maradona), descalzo, una pelota Pintier: la ponía donde quería... Cosas así hay un montón. Fui a la puerta de la casa de Diego en el ’86, a vitorearlo como los tantos y tantos que estaban ahí y terminé adentro de la casa charlando con él...

¿Y encontrás puntos en común entre ambos mundos? ¿Creés que se puede hacer un paralelo entre lo que pasa con tus shows en El Faro y lo que puede suceder en la cancha? ¿O son eventos y pasiones totalmente distintas? 
Encuentro puntos en común entre el tango y el fútbol que tienen que ver con ciertos códigos de convivencia. Cosas que no están escritas pero que se sabe que son así, sí o sí... Desde ya que se conectan en la pasión, en la emoción, y particularmente por mi vivencia de lo que pasa en El Faro, estos puntos se hacen allí más fuertes. Insisto: no lo veo en todos los otros lados como pasa en el bar...

¿Que notás, por ejemplo?
Hay momentos de festejo, determinado tango que cuando uno lo empieza a cantar es recibido con un "¡¡¡Uuuhhh!!!" (Risas). Eso es muy de cancha. De hecho, en El Faro la gente corea tangos increíbles, no tan tan difundidos como Alma en pena, Pucherito de gallina, Fueron tres años... Los cantan como si fueran una hinchada; y a veces veo lagrimas como en un gran triunfo o en una derrota. ¡Me pasa de entrar a cantar al bar y que la gente empiece a corear mi nombre! (Risas). Es un ritual muy futbolero, sin dudas, hay también cierta tensión en el aire algunas veces, en algunos tangos particularmente.


CUCUZA, EL CANTOR EMBOTINADO

Formás parte de una nueva generación de tangueros que por una cuestión etaria también curtió el rock. Si se me permite la comparación, ¿quién creés que es el Maradona de tus contemporáneos? 
Mirá, soy medio bicho raro... Yo empecé a escuchar tango desde que recuerdo y a cantarlo desde los 5, 6 años... Tanguero mal de pibe. Después -a los 9 más o menos, por mi hermano mayor- empecé a escuchar otras músicas: Beatles, Purple, Almendra, Virus, Los Abuelos, Charly. Y bueno, siempre partiendo del tango, tuve la suerte de abrir bocho y orejas, y poder disfrutar de mucha música que me emociona... Para entender mejor esto que digo, tendrían que ver el show que hago, "Menesunda". [Ver afiche al final de la nota].
En cuanto a opinar de otros cantores, colegas, qué sé yo... Puede ser polémico y hay que ser cuidadoso, pero bueno, la verdad que además de cantar soy público de tango y de la música en sí, voy a escuchar mucha música. Así que mi opinión será como oyente, como público de tango pues. El que más me llega es el Chino Laborde: es personal, tiene una musicalidad digna de un músico, me emociona, me hace reír. Para mí es un crack. Después me gustan muchos, veo en otros cosas diferentes que me gustan; pero si me apuran, digo El Chino...

Puede sonar algo tonto, pero... ¿De qué se perdió el fútbol con tu retiro prematuro y qué habría perdido el tango si hubieras seguido ligado al deporte? 
El fútbol se perdió de un buen cantor y el tango de un gran futbolista (risas). No sé... Yo jugaba bien, era bastante completito en marca y proyección. Hoy te diría que, como veo mi puesto (jugaba de lateral derecho, de 4) el fútbol se perdió de un buen jugador. El tango hubiese perdido un nexo, un cantor que siente verdaderamente lo que hace, que no se hace el cantor sino que es cantor. Esto dicho desde la más absoluta sinceridad mas no desde lo pedante, es tan sencillo como que malo o bueno, mejor o peor, soy cantor y jugador de futbol. Siempre lo supe, siempre lo fui. ¿Otra cosa? Ni me gusta ni la sé hacer...

¿Y seguís poniéndote los botines cuando salís al escenario?
¡Sigo usando los timbos, claro! No los uso cuando me invita a cantar otro, por lo general, para no parecer un canchero, no sé, para no querer "sobresalir" de alguna manera. Códigos, como te decía antes (risas). Pero sí, los timbos están y estarán.

¿Creés que habrías vuelto al tango, de todas maneras? 
Sí, definitivamente hubiese seguido cantando. No hubiese podido cantar "profesionalmente" como ahora, claro está, pero así como hoy sigo jugando al fútbol (aún con los ligamentos rotos) también seguiría cantando, claro.

¿Cómo estás viviendo el Mundial? ¿Disfrutás o son más las contras? 
Disfruto los partidos en los que se trata de jugar bien. La publicidad, la falsa emoción, el "patriotismo" entre comillas -de las publicidades y de algunos que comentan y que escriben sobre el Mundial-, me rompe mucho los huevos.

¿Y la Selección qué te pareció?
Estoy sufriendo con la Selección -otra vez- y mucho. En los papeles tenemos un muy buen equipo, todavía no se vio en el Mundial. ¿Tenemos miedo de decir que no se está jugando bien? Quiero ser optimista, quiero que el equipo la rompa. No soy un tirabombas, te juro (risas). Pero que jueguen lindo y efectivo, ¿tan difícil será? ¿Estaré viejo? ¿Habré jugado con gente muy grosa? ¿Habré visto jugar a gente muy grosa? No lo sé... Lo que veo hoy de Argentina me deja con gusto a poco y con temor al futuro cercano.

* Cucuza Castiello continúa presentando su espectáculo Menesunda en el Bar El Faro (Constituyentes 4099, Villa Urquiza), este sábado 28 de junio a las 21.30 horas. Entrada: $60. Invitados especiales: Juan Subirá (Bersuit) y Mariano Fernández Bussy (Me Darás Mil Hijos).


[Foto de Cucuza embotinado, por Darío Caballes.]

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