martes, 30 de noviembre de 2010

Para bajar

Llueve, me senté con más de media hora de tiempo (?) en la computadora -y sin tener que trabajar con ella- pero no es suficiente para que me salga escribir algo mínimamente productivo o interesante. Conclusión: ayuden ustedes.

Se necesitan discos para reposar, descansar, estirar las patas, relajarse... e incluso, discos para poner de fondo hasta quedarse dormido.

Se escuchan sugerencias y se acepta cualquier género (por supuesto, que permita lo que pido arriba).

Salud.

martes, 16 de noviembre de 2010

Lo que nos ocupa es esa abuela



“Me asombra McCartney. Posiblemente sea el único tipo que me asombra. Puede hacerlo todo y nunca afloja. Tiene un don innato para las melodías, puede tocar cualquier instrumento. Puede chillar y gritar tan bien como nadie, y canta baladas tan bien como nadie. Y sus melodías brotan sin esfuerzo; eso es lo que debe asombrarte. Todo lo hace sin transpirar. Me gustaría que se retire (risas). Todo lo que sale de su boca está enmarcado en melodía”.
Bob Dylan, 2007.

A esta altura no me siento capaz de decir nada nuevo. Pero no importa, lo intentaré.
El pasado jueves vi a Paul. El pasado jueves es de esos días –no fue, es, siempre te acompañan- en los que sentís –cúbranse con el escudo, se viene un lugar común- estar en el momento justo y el lugar exacto. La expectativa me había tenido ansioso todo el día, mirando el reloj como un idiota cada 30 segundos, sabiendo que no habían pasado más de… 30 segundos. Como cuando sacás número en un negocio, ves que tenés el 100 y van por el 00, pero a cada cambio de número mirás el tuyo pensando que va a ser el 01 (y así con todos los números). Impaciencia le dicen, ganas de que algo que sabés va a ser verdaderamente emocionante, al fin suceda. Párrafo aparte: no sé quién tuvo la brillante idea de poner un video-collage de fotos de Paul, The Beatles y los ’60, pero esos 15 minutos antes de que salga el maestro fueron insoportables, de los más insufribles que viví en la previa de un recital.


Siempre defendí a Paul. De los cuatro Beatles es el mejor músico, el más completo: el que toca cualquier instrumento, casi cualquier cosa que le tiren –si le tirás una sandía, la rasga y le saca un Sol mayor; después como buen vegetariano, se la come (la sandía, che)-; el que tiene más caudal de voz; el mejor compositor, al menos armónicamente hablando (las melodías ya son algo mucho más discutible). El más versátil, bah.

Ese aspecto de pastor evangélico que mantuvo con hidalguía durante, sí, ya como cincuenta años de carrera, a veces nos hace pensar que es un gil. Que sea vegetariano lo vuelve más loser; que esté siempre de excelente humor lo vuelve el beatle ñoño. Y así con todo. Para colmo, en vivo te hace acordar a Carlitos Balá, tira frases como “ustedes son buena onda” -que me llevó a una conexión directa con aquel capítulo de los Simpson sobre la no buena onda de Marge- y por apariencia, podría ser tranquilamente la abuela de varios de los presentes: “Mi amor, te presento a mi abuela Paula” (?).
En cambio, esta abuela es una leyenda viva que aparece de la nada y abre su show con el tema con más variantes y menos letra de los Beatles (¡Magical Mystery Tour!). Y ya con eso creemos que nos alcanza, aunque sepamos que va a venir mucho más.


Paul McCartney, el tipo vivo más versionado por sus colegas músicos, el viejo flaquito que te canta temas que compuso en 1962 en su tonalidad original y sin alterar la melodía, es a la vez el beatle más vilipendiado, acusado de blando y de careta (recordar la frase de Ariel Minimal). Pero pela Yesterday, una canción que hemos escuchado 8 mil millones de veces y creemos ha sido ya vaciada de contenido y no tiene sentido escuchar... y te encontrás con que el jueves 11 de noviembre te la toca solito en la cancha de River, y sí: Yesterday, por supuesto, te emociona. Y en el fondo no sorprende tanto porque hay en Beatles una perfección, una redondez que aborda al presente de manera tan certera, que siempre es eso, presente. Hoy y mañana. Las canciones de Paul y las de los demás Beatles van a sonar por siempre exactas al y en el momento que suenen.

Y el jueves esperábamos especialmente esos momentos beatles, para qué mentir. Aunque Let me roll it todavía sigue resonando, aunque Highway estuvo bárbaro, Bluebird fue tierna y Live and let die ya saben... queríamos Helter skelter, Day tripper, Something, A day in the life –uno de mis momentos favoritos, poco resaltado en las crónicas- y la coda de Hey Jude. Ob-la-di, Ob-la-da sabíamos que nos la íbamos a tener que bancar y así fue, aunque la esperanza de que no la toque duró unos segundos. Pero qué importan los pequeños detalles, fue Paul, es la mitad de esa famosa firma "Lennon/McCartney" y allí lo vimos -algo lejano, pues uno no es un millonario que pueda pagar de a miles- lo escuchamos y lo sentimos. Durante casi tres horas, Paul fue... la conciencia que regula al mundo.

Esa abuela, nada menos.

(Nota: Las fotos las saqué de Taringa! y son del miércoles, no del jueves, día en que asistí).

lunes, 8 de noviembre de 2010

Charlas con músicos: Fede Cabral (pt. 2)

Segunda y última parte de la charla con Fede Cabral. Un poco de todo y muy interesante: sus proyectos paralelos a Sancamaleon, Cromañón y la ardua tarea de arreglar fechas, trabajos paralelos, gustos personales... y esas preguntas pavotas que dejo para el final y me encanta hacer. Disfrútenlo.

(Y si alguien pasó de largo, se distrajo o cometió el simple pecado de no leer, aquí está la primera parte de nuestra charla).



SHOWS, CROMAÑON, CHABÁN

¿Cómo está la situación para tocar? En Buenos Aires hay cada vez menos lugares...
Es difícil. Queda reducido todo a lugares como La Trastienda o Niceto, que tampoco es que los reventamos de gente, entonces no es tan fácil hacerlo. Además no es sencillo conseguir fecha en esos lugares.
Después me parece que depende mucho de cada banda, hay que ser creativo en ese sentido, saber moverse y encontrar los momentos para hacer las cosas... y hay que escuchar los dos lados de la campana. En Ultra el otro día me contaban: “mirá, nosotros hicimos por mucho tiempo fechas gratis, pagándole un viático a las bandas para que toquen, y venían un montón de bandas que no hacían publicidad y no venía nadie”. Entonces, también hay mucho de eso. Y hay que moverse porque hay de todo: está el bolichero rata, asqueroso, pero también el músico más colgado que no se pone las pilas. Siempre fue difícil acá en Buenos Aires, aunque antes de Cromañón no tanto.

Ustedes fueron los últimos en tocar en Cemento, ¿tocaron por esa fecha, no?
El mismo día de Cromañón.

Es increíble la coincidencia, porque de alguna manera ese día fue la muerte de buena parte del under. ¿Con Chabán tenían buena onda?
Sí, aunque nosotros no teníamos mucho trato, más tenía el manager de ese momento. Un tipo muy particular, siempre quiso destacarse, muy eléctrico. No te puedo decir que tenía una relación con él, pero nos daba la oportunidad de tocar. Es muy difícil, es tan complejo todo, pensás en Cromañón, en las culpas... y la culpa de de todos, porque Chabán se mandó una cagada grande pero era como se manejaba todo en ese momento. El público de la banda también... es el resultado de toda la desidia argentina. Es muy difícil de abarcar.
Y ahora la situación está difícil pero hay que encontrarle la vuelta.


EL LABURO

¿Ustedes tienen todos trabajos paralelos a la banda? ¿No viven de ella?
Sí, tenemos todos laburos paralelos, ¡definitivamente no vivimos de la banda! (risas).

¿Das clases de canto, seguís con eso?
Ahora no, ahora estoy metido en producir a otros artistas, en la producción artística. A veces me llaman bandas que van a grabar y quieren una pre-producción de voces. Cosas así. Y también he hecho un par de canciones para publicidades.

¿Alguna famosa?
No, creo que no, hice varias para afuera. Por ejemplo, mi hermano hizo un comercial para Sony el año pasado, y tiene música de un montón de gente: Dylan, Chemical Brothers... y entre esos temas metí una canción mía que tiene un charango, una cosa íntima, y estuvo buenísimo. Después sale de todo un poco. Todos los demás también tienen trabajo, la banda es más un hobbie, aunque también sea un laburo...


LOS OTROS PROYECTOS

¿Qué proyectos paralelos tienen los miembros de Sancamaleon?
Yo tengo dos proyectos aparte de Sancamaleon. Uno es La Peña Pop, un espectáculo acústico que empezamos a hacer a fines del año pasado con Goy de Karamelo Santo, Charlie Desidney -ambos produjeron Polenta- y Manu Espinosa, un cantautor patagónico. Empezamos tocando acá en el GueBara haciendo un show por semana y ahora estamos grabando el primer disco. Nos juntamos los cuatro para hacer temas de los cuatro, versionados, entonces le pusimos La Peña Pop. Yo ahí toco el charango, en un plan charango Pink Floyd: le pongo delay, más colgado, no folklórico sino más acústico, con percusiones y un toque experimental. Empezamos a hacerlo y estuvimos ocho meses tocando todos los martes en el GueBara. Y dijimos “bueno, vamos a hacer el disco”. Y lo estamos haciendo.

¿Cómo no me enteré de eso? Mirá que leo cosas...
Y, no sé... (Risas). Fue una cosa muy barrial, de acá de San Telmo.

Claro, y Goy está acá en La Boca.
Claro. Ahora se fue de Karamelo, tiene sus razones, venía hace muchos años haciéndolo, tiene un hijo... y esto es algo más chico y lo hacemos para desestresarnos: en vez de jugar al fútbol, tocamos. Se empezó a poner bueno y a tener peso propio, es muy diferente a lo que hago en Sanca. Estamos haciendo el disco y lo vamos a sacar por Tómalo o Déjalo.
Y el otro proyecto con el que estuve tocando bastante, sobre todo el año pasado -aunque hice algunos shows este año- es más en plan solista y se llama Los Aliados del Japón. Hay un video dando vueltas por ahí. También es un proyecto más colgado, más de canción, con otros músicos (ahí también toca el tecladista de Sancamaleon). Tiene temas más folk pero a la vez es medio espacial, Arcade Fire, Wilco, en ese plan. Con Los Aliados también quiero grabar un disco.



Sancamaleon tiene una apertura estilística importante, pero quizá ahora se enfocó más en un estilo y los temas que no entran ahí van a parar a los otros proyectos, ¿puede ser?
Probablemente sea así. Y un poco con este disco, con Afuera, se terminó de entender que somos una banda energética y que invita al baile. Con Polenta quisimos torcer un poco la historia y estuvo buenísimo hacerlo, pero a la gente cuando la confundís tanto como que no entiende nada.

¿Decís que no lo entendieron?
No sé si es que no lo entendieron... pero está bueno, al menos en mi mente, saber que la banda es arengadora, power y que genera baile. Y la parte más de cantautor o melancólica llevarla por otro lugar.

Por lo que decís, va a ser más probable a partir de ahora escuchar temas como Mi chica peruana en La Peña Pop que en Sancamaleon.
Claro, sí. Igual está bueno cuando todo se mezcla. Con La Peña Pop, por ejemplo, estamos haciendo una versión de Todos los caminos en plan Manu Chao, me gusta eso de agarrar un tema y que tenga versiones, que todo se empiece a mezclar en un punto. Obviamente, todos estos proyectos involucran a mucha gente y yo soy sólo una parte de eso, pero me parece que todo termina siendo una obra, que después lo ves y cierra.
Vamos a ver cómo se da todo, el mismo Diego tiene su proyecto, con el ex batero de Sanca, Nico, que ahora está tocando máquinas y demás. En algún momento estaría bueno que cada uno desarrolle eso, para sacarse las ganas de hacer otras cosas.

Eso está pasando con varios grupos ahora, que se forman de otros. Onda Vaga, Viajantes, Flopa Manza Minimal, Kumbia Queers.
Está bueno eso, es sano. Y con la tecnología que hay ahora se simplifica, podés grabar las cosas más rápido.


BONUS TRACK: GUSTOS Y CONSEJOS PARA NUEVOS OYENTES

Me nombraste a varios grupos, ¿qué música escuchás más? Imagino que por lo ecléctico de la banda deben tener gustos bastante distintos entre sí.
Sí, la verdad es que tenemos gustos muy distintos, aunque calculo que coincidimos en algunas cosas. Por ejemplo, para este disco coincidimos en que es un disco para bailar, con ciertos colores de toda la nueva ola de música pop/rock electrónica: MGMT, Hot Chip, M.I.A., esa oleada nos gusta, está logrado.
Yo escucho muchas cosas, tuve muchas etapas. Al trabajar en la música, a veces te ponés a escuchar la producción y esos detalles, pero cuando tengo que limpiar en casa me pongo un disco de dub, algo más abstracto, que me lleve a otro mundo. Ya no voy a poner un disco de Faith No More, que en su momento escuchaba mucho y es un bandón tremendo, estoy en otro momento, en otra sintonía. Los discos de Arcade Fire me gustaron mucho, son buenísimos. Y en estos últimos meses me hice muy fan de Gorillaz: Damon Albarn me gusta mucho, lo que hizo con The Good, the Bad and the Queen, es un discazo. Y me gusta eso de gente como él o Jack White, de tener varios proyectos.

¿Qué cinco discos salvarías de un incendio?
Y, seguramente alguno de los Beatles, ponele Revolver... Exodus de Bob Marley, alguno de... (Piensa).

Es tonta pero no tanto la pregunta. Se complica...
¡Se complica! Alguno de Charly también, pienso en Clics modernos o alguno de la época Say No More, me encantaba. Supongo que alguno de Cerati también, que me gusta mucho. Bocanada, o Amor amarillo que es un gran disco, muy despojado, hecho con una máquina de ritmos y una guitarra. Y Violator de Depeche Mode, la primera banda de la que fui fan.

¿Si alguien no conociera a la banda, qué tres canciones le mostrarías y por qué?
Pondría una de cada disco. Del primero, La venganza de la Pachamama, porque evidentemente es una canción que caló en la gente y que cuando la tocamos es cuando más se agita; después pondría Adiós, de Polenta, otra canción así clave...
Estás eligiendo los hits, justo lo que hablábamos antes.
Sí, es verdad. Y de este disco elegiría
Todos los caminos. Con las tres canciones que te digo, mientras íbamos haciendo cada disco, sentí que eran de esas canciones clave como para pensar un disco. Es como tener un equipo de fútbol y tener a Riquelme entre los once, entonces sabés que a partir de él armás el equipo.


(Sancamaleón se estará presentando el 27 de noviembre en Tucumán y el 28 de diciembre en Salta. En tanto, La Peña Pop tocará todos los jueves que restan del año en el GueBara de San Telmo. Ya saben).

Update 10/11: los espíritus de Sancamaleon avisan que el show de festejo por los 10 años de la banda se traslada de Niceto al Salón Real (Sarmiento 1272), el jueves 16 de diciembre.