miércoles, 27 de febrero de 2008

Gente que SUENA

Cansancio.
Físico.
Y mental.
Esas son las excusas que dio Metallica hace unos años.
Y las que hoy doy yo.
Para no escribir nada.
Como hiciera hace un tiempo atrás.
Igual, con el título alcanza.
Y les dejo data al respecto.
Esto dice la Wiki en español de este excelente grupo que descubrí hace relativamente poco:

Porcupine Tree es una banda de rock formada en Hemel Hempstead, Inglaterra. Esta banda es el proyecto más exitoso del músico Steven Wilson, como lo evidencia su creciente popularidad. Con una mezcla de rock psicodélico, rock progresivo, música ambiental y, más recientemente, heavy metal, han desarrollado piezas musicales bastante impresionantes por su diversidad y por la calidad distintiva del sonido en sus grabaciones. Wilson, un músico autodidacta amante de diversos estilos musicales, y que comenzó con el proyecto como una parodia cómica de los grupos progresivos de los '70 paralelo a otro de sus múltiples proyetos, No-Man, ha trabajado con una buena cantidad de músicos y artistas, entre los que destacan Marillion, Opeth o Dream Theater.

Y esto dice del excelso disco que pueden descargar para su deleite (por supuesssto, no tiene edición nacional):

Stupid Dream es una de las grabaciones más celebradas del grupo inglés Porcupine Tree. Lanzado el 6 de abril de 1999, se convirtió en el álbum más vendido de la banda en aquel entonces. Es una colección de piezas ensambladas que sigue en la venia del grupo de crear atmósferas mezclando sintetizadores análogos con órgano, solos de guitarra que texturizan sobrepuestos a un bajo galopante, la batería precisa y con manejo de tiempos complejos, y que en conjunto dan forma a figuras armónicas psicodélicas, entregando una elegante combinación de música con reminiscencias setenteras pero que derrocha frescura y actualidad. Steven Wilson, el líder de la banda, muestra su genialidad y virtuosismo en canciones basadas en rock duro como Even Less o Slave Called Shiver, de corte experimental como Tinto Brass y Piano Lessons, o en el bello paisaje nostálgico que es Stop Swimming.
Si se considera que los géneros musicales son harto variados, analizando en detalle y de manera purista la calidad de este grupo, se debe considerar que la sofisticación musical de Porcupine Tree es tal que rebasa al hecho de ser una agrupación poco conocida a nivel comercial pero reconocida ampliamente por músicos y conocedores del llamado rock progresivo en todo el mundo.


De la otra banda que recomiendo aquí, no encontré nada en la wiki castellana.
Se llama Forget Cassettes.
Son muy ignotos.
Son yanquis.
Lo demás, léanlo en inglés.
No sean vagos.
Y les presto este disquito de dichos niños.


Disfrutenlos a ambos.
No se los pierdan.


(Yo me voy a dormir.
Estoy quemado).

viernes, 8 de febrero de 2008

Hoy es mejor

Dentro de un panorama rockero lleno de variantes -pero del que se ofrecen al gran público sólo las bandas que están bajo el ala de las compañías discográficas, o de la gran empresa dueña del rock- Pez es uno de los grandes secretos de la escena alternativa argentina (con la palabra alternativa me refiero, claro, a lo que no vemos y oímos por todos lados; no al rock que le debe mucho a Pixies y Sonic Youth).

Por suerte, el tiempo que llevan en la carretera los ha vuelto una banda consolidada y que quizás ya no necesita tanta presentación como antes, pero es indudable que Pez merece más que lo que tiene. No por parte de la prensa, que se deshace en elogios hacia ellos ante cada nueva obra que presentan. Más bien, el reconocimiento que merecen es el del gran público rockero que, en general, o los ignora, o conoce poco de sus pasos dados.

Lo primero que se podría elogiar de la banda es su capacidad de renovación sin perder la esencia. Está claro que es un grupo que le debe mucho a la densidad de los setenta, desde lo progresivo o desde el hard rock, llegando incluso hasta Black Sabbath y el punk. Pero no se quedan sólo ahí y han abordado -con éxito, porque son músicos versátiles- otros géneros como el folklore, algunos aires de jazz y el agregado de un notable toque blusero en muchas de sus canciones. Todos los álbumes que han editado se diferencian del anterior, además, lo que demuestra su constante búsqueda. Y la frecuencia con la que editan material nuevo es sorprendente, más aún teniendo en cuenta las tendencias del mercado, que parecen indicar que en estos tiempos conviene sacar obras nuevas cada tres años: ellos editaron 10 discos en 13 años, sólo uno de ellos en vivo.

Otro aspecto a elogiar es su consistencia artística. Más allá de las diferencias musicales entre disco y disco, su discurso es intachable, siempre avalado por buenas letras que suenan a manifiesto (casi todas compuestas por Ariel Minimal). Manifiesto que, si se quiere, también llevan a cabo con Azione artigianale, sello en el que se autoeditan y editan a otros -varios- artistas. Todos estos, claro, comparten el discurso y la forma de hacer las cosas con Pez.

Por todo eso, les dejo aquí Hoy. Primero, una advertencia: es altamente adictivo. Segundo, una orden: bajen el disco, escúchenlo un par de veces y después cómprenlo. Estos trabajos merecen ser tenidos en la discoteca, no sólo por lo que significan musicalmente sino por el laburo que les lleva a músicos como ellos hacerlo a pulmón. Para colmo, Hoy cierra del derecho y del revés, como su portada.

¿Qué hay en él de atractivo? Decir todo sonaría exagerado, pero es decididamente un disco sin grietas. Musicalmente, es sencillo e impecable. Despliegan su abanico de estilos -todo eso que les conté antes- con una solvencia que pocas bandas tienen… y no sólo en el rock argentino. Pero esta vez me voy a explayar más respecto a las letras. Letras que vuelven al pasado, mirándolo desde el presente con cierta nostalgia, pero depositando optimismo en lo que vendrá. Buenos ejemplos son A buscar, Hoy y El viaje. Minimal canta sobre la vida y el amor, pero no de forma insulsa y estúpida, sino como algo que siente y en lo que cree con convicción. No suena ingenuo ni edulcorado, siquiera reiterativo. Me tomé el trabajo de elegir una frase por canción para darles un simple muestrario:

-“Siempre hay gente de mierda pero no por ellos yo voy a parar”
-“Imposible volver atrás… Y en cuestión de segundos, ya no estás”
-“Parece que no pero sí, el tiempo pasó y sigo así”
-“Hoy es todo lo que hay”
-“Ésta es el agua en la que vamos a nadar”
-“No corro una carrera, esto es más parecido a pasear”
-“Ni más ni menos que nadie, te erigirás en libertad”
-“La memoria es un galpón y en el momento menos pensado, ahí estoy”
-“No existe la gloria si no te rendís ante el amor”
-“Y qué suerte que las estrellas y el sol no se olvidan de brillar”
-“Cotidianeidad trascendental y saber reconocer lo que excede a la carne”
-“Hoy no es hora de morir”
-”Lo primero es lo sincero, yo me cago en la moral”

Todo gira en torno a lo mismo, pero ni por casualidad aburre. Quizá una buena síntesis sea Los lados B, una genial pieza en la que Minimal se recuerda de niño con frases como: “Qué feo que es ir al colegio”; “Soy el wing derecho que nunca perdió la ilusión y corrió hasta que no hubo más cancha”; “Jugábamos a que éramos Kiss” (chequeen el cambio en el tiempo verbal). Pero la frase clave quizá sea la que ya destaqué arriba, y que cierra esta canción: “Parece que no, pero sí, el tiempo pasó y sigo así ¡viven en mí!”. El pasado sigue presente y te lleva al futuro también.

Otra de las frases destacadas dice “Hoy es todo lo que hay”. Quien haya seguido los pasos de Pez -o de Ariel Minimal en solitario- sabe que estos dichos, más allá de lo certeros que son, en su boca suenan reales y coherentes: son artistas que no paran. Y nuestros oídos agradecen esta hora de música que no pueden perderse. Para hacer que hoy sea mejor. Y mañana también, quién sabe.